RESUMEN
DEL LIBRO
CIUDADANIAS
DE LA INCERTIDUMBRE, COMUNICACIÓN, PODER Y SUBJETIVIDAD
En las sociedades
modernas, la búsqueda de la certidumbre como respuesta a la inseguridad
producida por la guerra, el desarraigo y la indefensión a las fuerzas de la
naturaleza implico crear instituciones sociales) la ciencia, la política, la
democracia, la sociedad del trabajo, entre otras) como proyectos emancipadores
para “anticiparse al futuro, para asegurar la integración simbólica de la
sociedad y para conjurar los miedos a una vida sin sentido, es decir, como
formas de imaginación e intervención para responder a la violencia, los dogmas,
las supersticiones y la naturaleza, de modo que los hombres y las mujeres no
solo pudieran convertirse en los propios amos de la sociedad sino elegir por su
cuenta y riesgo, distintos horizontes de lo posible, de ser, hacer, sentir y
pensar.
Sin embargo, ni la
sociedad industrial, ni el Estado-nación moderno nos han preparado lo
suficiente como para vivir creativa y productivamente con la incertidumbre;
tampoco han sido capaces de mantener a raya la amenaza de vivir una vida sin
sentido. Antes por el contrario, han generado nuevos escenarios, agentes y
representaciones locales y globales de miedos, riesgos e inseguridades que,
como diría el sociólogo alemán Ulrico Beck, tienen a es escapar a las
instituciones tradicionales de control y protección de la sociedad.
A continuación se presentan infinidad de propuestas de 200 investigadores hispanoamericanos centradas en tres ejes de reflexión que permitieron la organización metodológica.
A continuación se presentan infinidad de propuestas de 200 investigadores hispanoamericanos centradas en tres ejes de reflexión que permitieron la organización metodológica.
1. El lenguaje: instituciones de la
seguridad y discursos del miedo
En
este contexto hay una emergencia de instituciones que buscan adueñarse de la
seguridad una proliferación de discursos del miedo, una fragilidad de tejido
social y una precaria estabilidad emocional de la vida humana.
2. El yo: identidades y
subjetividades
No
se trata únicamente del sujeto emancipado, protagonista de su vida y la
sociedad, si no de uno producido por los estilos de vida, las políticas del cuerpo
y las formas fáciles de producción de la identidad y la alteridad. Habitamos un
orden social globalizado en el cual los conceptos de nación y clase ya no
ofrecen las mismas seguridades de antes para imaginar la colectividad, y donde
la figura del consumidor amenaza con usurpar otras identidades.
3. La política: dinámicas de poder y
resistencia
Las
relaciones de poder nombran las múltiples formas de lucha por alcanzar la
visibilidad, el reconocimiento y la legitimidad por parte de los sectores
sociales que ocupan posiciones diferenciadas en la sociedad, en este contexto,
política se puede leer como una dimensión móvil, una forma de relación social y
un accionar táctico y estratégico de sujetos políticos y movimientos sociales
que no renuncian a imaginar otras sociedades posibles.
Jesús
Martín- Barbero
De incertidumbres e inciertas esperanzas:
Una meditación sobre sobre el comunicar en medio de la tormenta
Una meditación sobre sobre el comunicar en medio de la tormenta
Pensar la
comunicación como ámbito de incertidumbre nos puede ayudar a comprender las
angustias de millones de obreros sin trabajo o presas de la inseguridad por
perderlo en cualquier momento, así como los sufrimientos y los desarraigos de
inmigrantes desplazados de sus países y sus culturas por las diversas guerras y
fronteras y muros. Ergo esta exposición se divide en dos partes: la
incertidumbre o el fantasma de la modernidad y la comunicación- acontecimiento
o la insoportable proximidad de lo real.
La
incertidumbre o el fantasma de la modernidad
La incertidumbre es
hija de la razón moderna, pero también su opuesto. La promesa central de la
razón moderna consistía en sacarnos de la angustia del caos en que nos sumía la
naturaleza, para insertarnos en el orden de la sociedad, que es el orden
insaturable por la razón. Sin embargo, muy pronto el orden se vio enfrentado a
la persistencia de la ambivalencia, ya que muy pronto el clasificar choco con
entidades que resistían a una asignación y denominación univoca y esto provoco
la indecisión, por más que esta se convirtiera en indeterminabilidad y pérdida
de control. Así, de justificación del orden, la ambivalencia se tornó
autodestructiva de la razón ya que, el pretender disolverla, termino
fomentándola. Y lo que resulto a la vez arrasador y autodestructivo fue
precisamente la concepción binaria de lo que es y no es el orden frente al
caos. Conclusión: no se puede observar un fenómeno sin perturbarlo. El
principio de incertidumbre se configura, de este modo, como la figura más plena
de la contradicción radical dentro de una razón moderna que se proponía estar más
allá de toda creencia, pero que acabo convirtiéndose en una fe dotada de una
certeza tan irracional como todas las demás, esto es a lo que nos conduce a la
reflexión de Ilia Prigogine (1996) sobre el camino recorrido por la verdad
científica desde la tramposa claridad de las certezas hasta el precario saber
de las inestabilidades y las probabilidades, implica en la relación entre los
modos de conocer el mundo y los modos de controlarlo/dominarlo.
Pero la ambigüedad o
la incertidumbre no pueden ser pensadas solo en el plano del conocer, pues
ellas penetran hoy también el convivir. La sociabilidad moderna nació de dos
correlaciones: primera la relación entre amigo y enemigo, en la que ambos hacen
parte de lo social compartido; y, segunda, la relación entre nacional y
extranjero, nacida a partir del Estado- nación moderno, que creo la identidad
de nacimiento. Nación viene de nacer, y de ahí la identidad nativa, la que nos
da el lugar donde nacemos, una identidad que se nos da al nacer; pero no se
trata del lugar propiamente territorial, sino de ese otro tipo de lugar
político, que es la nación instituida desde el Estado. De ahí que el extranjero
se convirtiera en el otro fantasma que acecha y desestabiliza la modernidad,
porque no cabe en la determinación de amigo /enemigo, sino que introduce toda
la transformadora ambigüedad del otro. El extranjero no cabía en la
sociabilidad básica de la modernidad, pues mientras el enemigo parte de la
sociedad, el extranjero no pertenece y, por lo tanto desordena, perturba, enloquece
la identidad fundante de lo nacional.}
La
insoportable proximidad de lo real
Los medios ejercen
hoy de actor central en la producción y propagación de miedos e inseguridades,
en google asociado con turismo aparecen destacadas dos palabras: comunicación e
inseguridad y por mi problemática que sea esa muestra, no deja de indicar lo
significativa que hoy es esa relación. Lo que hoy carga de densidad social a
los procesos de comunicación es algo muy parecido a lo que hacía y sigue
haciendo, insoportable al extranjero: la desazonadora ambigüedad que, a través
de él, produce la proximidad del otro. Así como la cotidiana proximidad del
otro en mi cuadra, en mi barrio, en la escuela de mis hijos, llena de
desasosiego e inseguridad a los nativos del país que recibe a extranjeros,
también es una extraña proximidad de lo real la que hoy nos hace sentir los
miedos, que nos llena de incertidumbre, nos dicen las teorías actuales de
comunicación, y que podemos resumir en dos. 1) la hegemónica, y según la cual
los medios construyen lo real, ya que moldean nuestra percepción ya que moldean
nuestra percepción misma de realidad y cuyo eslogan predica “¡lo que no está en
los medios no existe!” 2) La teoría es su opuesta pero complementaria
cuyo epígono ha sido el último, la cual lo que los medios producen es el
simulacro tramposo de una realidad que desaparece al ser suplantada por la
imágenes, por meros signos. En ambas, tanto en la teoría constructivista como
en la deconstructivista radical de Baudrillard, hay algo de verdad, pero las
medias verdades pueden ser las peores mentiras, necesitamos cuestionar está
avanzada y sofisticada concepción de la construcción mediática de lo real, o su
desaparición porque cuando al fin nos creíamos poseedores de certezas acerca de
lo que pasa en la comunicación, vino el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York,
y nos descoloco derribando no solo las dos torres sino algunas de nuestra
fuertes certezas. El acontecimiento por el contrario, es lo real que irrumpe y
quiebra el encadenamiento seria de los sucesos, es lo no predecible ni
formatearle, pues produce realidad en forma radicalmente desestabilizadora,
especialmente de las categorías de la de su propia comprensión.
Inciertas esperanzas.
Mi primera esperanza está relacionada con todo lo que la incertidumbre puede
tener de libertadora en estos países que han vivido una historia de dogmatismos
religiosos e ideológicos de los cuales apenas estamos saliendo, bienvenida sea
la incertidumbre si nos saca de dogmatismos y determinismos, si nos vacuna
contra el pensamiento único. Pero del pragmatismo cínico y del inmediatismo de
los actuales gobiernos, también la incertidumbre puede resultar un antídoto que
venga a exigirles darse tiempo para pensar a largo plazo. En América latina e
alzan y multiplican hoy otras voces que abren camino a otros proyectos de
sociedad desde los miles de radios comunitarias, de televisiones comunitarias,
que juntan lo más nuevo de la tecnología con lo más antigua de sus tradiciones
y sus narrativas, de sus sueños y utopías. Los jóvenes son los que mejor
parecen entender y aprovechar el nuevo sentido de la comunicación, que emerge
con el paradigma de la red, al sacarnos del unidireccional y vertical izado
sentido de la transmisión de información y pasar al de la conectividad y la
interacción, que convierten la mecánica forma de la transición a distancia en
la electrónica del interfaz y la proximidad. Este nuevo sentido se traduce en
una política que privilegia la sinergia entre muchos pequeños proyectos por
sobre la complicada estructura de los grandes y pesados aparatos, tanto en la
tecnología como en la gestión, tanto en la investigación científica como en la
creatividad, artística, y esto convierte a las rede en el nuevo espacio público
en que se movilizan transversalidades y transdiciplinariedades, que enriquecen
desde el campo político el trabajo académico y desde el de la experimentación
estética las iniciativas en el campo político.
Chantal
mouffe
Las identidades
colectivas políticas en juego
El punto de partida es
nuestra actual incapacidad para percibir de un modo político los problemas que
encuentran nuestras sociedades, es decir las cuestiones políticas no son meros
asuntos técnicos destinados a ser resueltos por expertos; las cuestiones
propiamente política siempre implican decisiones que requieren optar entre
alternativas en conflicto. Esa incapacidad para pensar políticamente, se debe
en gran medida a la hegemonía indiscutida del liberalismo,
primera parte: el impacto de las ideas liberales en las ciencias humanas y en la política.
objetivo: señalar la deficiencia central del liberalismo en el campo político y su negación del carácter intraficable del antagonismo la tendencia dominante en el pensamiento liberal se caracteriza por un enfoque racionalista e individualista que impide reconocer la naturaleza de la identidades colectivas. Este tipo de liberalismo es incapaz de comprender de forma adecuada la naturaleza pluralista dl mundo social con los conflictos que ese pluralismo acarrea: conflictos para los cuales no existe ni puede existir nunca una solución racional.
primera parte: el impacto de las ideas liberales en las ciencias humanas y en la política.
objetivo: señalar la deficiencia central del liberalismo en el campo político y su negación del carácter intraficable del antagonismo la tendencia dominante en el pensamiento liberal se caracteriza por un enfoque racionalista e individualista que impide reconocer la naturaleza de la identidades colectivas. Este tipo de liberalismo es incapaz de comprender de forma adecuada la naturaleza pluralista dl mundo social con los conflictos que ese pluralismo acarrea: conflictos para los cuales no existe ni puede existir nunca una solución racional.
La frontera entre lo
social y lo político es inestable y requiere desplazamientos y renegociaciones
entre los actores sociales, es decir, las cosas siempre podrían ser de otra
manera y, por lo tanto, todo orden está basado en la exclusión de otras
posibilidades, en ese sentido puede ser llamado político, ya que la expresión
de una estructura particular de relaciones de poder, eso es un elemento muy
importante pues demuestra que nunca podemos aceptar esas teorías que afirman
que no hay alternativa; siempre hay una.
Agitado
y revuelto: del “arte de lo posible” a la política emancipatoria.
Benjamin Arditi
Karlik
Todo comienza con el significado de Agitgroup, contracción de agitación y propaganda política. Esta
consistía en sacudir a las masas y llevarlas a la acción. Su función pedagógica
era educar a las masas para la acción. Hoy por hoy, el término agitgroup ha
perdido fuerza. Solo es usado como termino en blogs culturales de escritores
radicales y entre hacktivistas.
Se ha dado una importante transición de la política radical
y clasista. La agitación ha sido reemplazada por charlas motivacionales y la
propaganda se ha convertido en mercadeo electoral de la mano de administradores
profesionales de campaña. Las organizaciones de centro-izquierda han adoptado
la agenda de la economía de mercado y no tienen reparos en postular una agenda
de capitalismo con un rostro más humano.
Actualmente, se nos hace difícil imaginar en qué consiste
una política emancipatoria en un escenario dominado por la política
convencional y salpicada de ocasionales arrebatos de indignación
bienintencionada acerca del estado de cosas en el mundo. Las personas que se
manifiestan por otro mundo lo hacen en inconsciencia, pues la dificultad para
articular cómo debería ser ese mundo, o qué hay que hacer para que ese mundo se
haga realidad, son muy complejas.
La codificación realista de lo posible
Citamos a Bismarck con sus palabras: “la política es el arte
de lo posible”. Esto se infiera que la política hay que concebirla como un
código que solo algunos lo pueden descifrar y responder.
La decisión de evitar las visiones normativas y las
expectativas ideológicas como cuestión de principios se convierten rápidamente
en una suerte de criterio normativo del realismo. Aunque se presentan
problemas. El primero es la falta de transparencia. La segunda es las
decisiones acerca de lo que es factible, deben tomarse con base en intereses
antes que principios, pero es cuestionable si en efecto existe algo que pudiera
llamarse decisiones libres de todo normatividad. En tercer lugar, los realistas
no siempre son consistentes en su crítica de las orientaciones normativas o de
las visiones ideológicas de la política. Por último, la perspectiva realista de
la política deja poco espacio para una política emancipatoria.
Una política de la posible descarta lo imposible con
demasiada ligereza al plantear que la posibilidad de lo factible excluye lo
imposible.
Lo imposible como suplemento
El autor Ranciére ilustra lo que él entiende por proceso de
subjetivación con base a un ejemplo expuesto. Dice que no consiste única o
simplemente en afirmar una identidad sino también, y al tiempo, rechazar una
identidad que es dada por otros.
La percepción realista y del sentid común acerca de la
política como arte de lo posible no logra percibir que, cuando se trata de una
política de acción colectiva, lo imposible ya está implicado en el pensamiento
mismo de lo posible.
La agitación como develamiento y
traducción
A lo largo de la historia se concreta que las grandes
transformaciones no ocurren a través de acciones individuales sino mediante la
puesta en movimiento de colectivos humanos.
Se debe decir algo más entre lo singular y lo colectivo. El
gesto individual de develar la inequidad presente y presentarla como injusta e innecesaria, nos
instruye en la promesa de una aparentemente imposible equidad por venir. Esto
abre camino para la emancipación.
Esta es la manera clásica de concebir la emancipación: se
expone la causa y naturaleza verdadera de la opresión y luego se busca
erradicarla por completo.
Otro eje a seguir es la actividad de develamiento, que sería
una en el cual se rompe el nexo entre una promesa de algo por venir y la
creencia de una redención universal. De este modo, la pedagogía de la
emancipación ya no dependería de un marco referencial teológico, y el
develamiento se convertiría así en una operación política. La política pasa a
ser concebida como manifestación de disenso, como la presencia de dos mundos en
uno.
EL develamiento es necesario porque la condiciones de
explotación y opresión no son inmediatamente evidentes, o para no caer en el
discurso paternalista de las vanguardias. Ranciére con toda razón alega que
quizá no nos sea posible repara un daño o una injusticia pero sí podemos, por
lo menos, lidiar con ellos a través del desacuerdo, lo que quiere decir que el
develamiento o la traducción llevado a cabo por la agitación es pate del
disenso o la política.
Se descubren dos cosas: que el develamiento ya no puede
significar mostrar el fundamente ultimo del ser y que la emancipación termina
siendo una tarea interminable por que no terminara nunca, una y otra vez
seremos llamados a intentarlo de nuevo.
La emancipación, el “revolucionar” y la
región intersticial de la política
Lo que entiende el autor por la política emancipatoria es la
práctica que busca interrumpir el orden establecido-y, por lo tanto, que apunta
a redefinir lo posible- con el fin de instaurar
un orden menos desigual y opresivo.
Esta definición mínima tiene dos ventajas. La primera es que
describe la emancipación sin preocuparse por la manera en la cual las distintas
políticas emancipatorias caracterizan el presente e imagina como serían las
alternativas. La segunda es que no se define los conceptos de igualdad y
libertad con referencia a un contenido específico.
En la cuestiones de las revoluciones, son episodios en
momentos icónicos que tienen el poder de transmitir el carácter extraordinario
de un evento que hace época así como de mitificar la revoluciones. Una
revolución nunca habrá terminado, pues siempre estará comenzando a ocurrir según
nuestra ubicación en esos lugares de enunciación.
Incertidumbres
migratorias y transgresiones fronterizas: la migración forzada de colombianos
Pilar Riaño-Alcalá
El presente documento es una reflexión acerca de los lugares
fronterizos y liminales donde se encuentran las personas que viven la migración
forzada. La investigación sobre migración forzada examina los modos en que el
miedo, los usos de la memoria, la incertidumbre y las representaciones sociales
de los desplazados internos y los
refugiados y acerca de ellos inciden en la reconstrucción de sus proyectos de
vida, sus identidades sociales y los procesos de integración a la nueva
sociedad.
Esta reubicación pasa por el reconocimiento de cómo los
proyectos nacionales moldean, excluyen o invisibilizan a ciertos sujetos
sociales; así como niegan sus derechos a l ciudadanía y limitan su campo de
acción social a través de controles de vigilancia que exigen del desplazado o
el refugiado probar quienes son y el ser merecedores del acceso a la ciudadanía.
La conformación de zonas de no ciudadanía o ciudades
vigiladas y la implementación de procedimientos que criminalizan a los
inmigrantes a través del establecimiento de zonas de detención o las
deportaciones. De esta manera se hace presente el miedo al otro y a la
incertidumbre.
Incertidumbre frente al pasado y miedo
al sinsentido en el presente y futuro
El refugio en cuanto fenómeno que involucra el cruce de
fronteras nacionales, el desplazamiento y huida de situaciones que amenazan la
vida y la integridad de las personas y la solicitud de protección al otro
Estado nos remite papel del Estado-nación y de los regímenes internacionales de
protección humanitaria en la formación, categorización y construcción de los
refugiados.
El sentimiento de incertidumbre resulta por la ruptura que
se opera al tener que ser forzado al exilio, este también resulta por su nueva
situación como sujeto-refugiado ubicado frente a estructuras y políticas
públicas que organizan y regulan quién y qué es un refugiado, su proceso de reasentamiento
e integración y lo categorizan como un cierto tipo sujeto de derechos
ciudadanos.
Cuando la incertidumbre atraviesa la memoria histórica, el
presente inmediato y la posibilidad del futuro, esta no puede ser asumida como
condición de libertad; por el contrario deja a la gente sin aliento para
procesar los cambios.
Las anécdotas de refugiados presentes mencionan que uno
llega perdido. La llegada a un nuevo país fuerza a los refugiados a manejar
todos los recursos posibles para enfrentar el susto, desconocimiento, el
desafío de orientación y la hiperinformación de una nueva sociedad.
Durante los primeros meses o años los refugiados
dependen primordialmente de la información fragmentada que entregan diversas
instituciones gubernamentales y no gubernamentales y de las redes informativas
ocasionales entre refugiados e inmigrantes de ciertas regiones. Existe una
laguna informátiva frente al conocimiento de cuáles son sus derechos,
responsabilidad y cuál es el poder del Estado sobre sus actividades, el manejo
de recursos, el cuidado y disciplina de hijos, etc.
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